domingo, 15 de marzo de 2009

PROYECTO VIVERO



PROYECTO VIVERO MUNICIPAL DE TIGRE
Ing. Agr. Víctor Hugo Groppa Diciembre 2008





INTRODUCCIÓN
Los habitantes del partido de Tigre tienen en general una gran conexión con la naturaleza, tanto los que han elegido este hermoso lugar para vivir, como los que han nacido y crecido aquí.
Por otro lado al recorrer las calles, vemos la falta de árboles, o la existencia de árboles inadecuados para el arbolado de veredas.
Sin embargo, las condiciones excepcionales de nuestro clima permi- ten la producción de árboles para cubrir esta necesidad y la de otros muni- cipios.
Es inexplicable, que Tigre no tenga su propio vivero municipal y que deba destinar recursos para arbolar veredas y plazas, pudiendo generarlos con bajo costo y dando empleo a gente de la zona.
El presente proyecto va más allá de la simple producción de árboles y especies florales, sino que pretende, a través de ellos, promover un vínculo entre las personas, para generar un cambio en el medio ambiente que habitan, generando capacitación y actividades relacionadas, promo- viendo de esta manera un cambio de conciencia ambiental en la comunidad.
El proyecto es autosustentable en el tiempo y con recursos exiguos permitirá producir cambios importantes.


OBJETIVOS:

PRODUCCIÓN
PLAN MAESTRO DE ARBOLADO Y REPOSICIÓN
CAPACITACIÓN
INTERACCIÓN CON LA COMUNIDAD
GENERACIÓN DE RECURSOS Y EMPLEO
ECONOMIA DE RECURSOS


PRODUCCIÓN:
· Proveer de árboles adecuados para el arbolado urbano (veredas) y espacios públicos (escuelas, plazas, paseos públicos, etc.).
· Capacitación sobre técnicas de recolección de árboles de la zona de islas y posterior acondicionamiento para ser plantarlos. Esto permitiría en el segundo año ya tener árboles para hacer plantaciones.
· Clasificar las distintas especies, según su destino, veredas de calles, de avenidas o de espacios públicos.
· Priorizar el cultivo de árboles y especies autóctonas.

FLORA AUTOCTONA DEL DELTA Y RIVERA DEL RIO DE LA PLATA
Lista de especies autóctonas
Acacia caven
Espinillo
Aromito

Acanthosiris spinecens
Quebrachillo


Allophyllus edulis
Chal Chal
Cocú

Aspidosperma quebracho
Quebracho blanco


Bauhinia forficata
Pezuña de vaca
Pata de buey

Blepharocalyx salicifolius
Anacahuita


Cathormion polyanthum
Timbó blanco


Celtis tala
Tala


Citharexylum montevidense
Espina bañado
Tarumá

Enterolobium contortisiliquum
Timbó
Pacará

Erythrina crista-galli
Ceibo


Eugenia uruguayensis
Guayabo blanco


Fagara hyemalis
Tembetarí


Fagara rhoifolia
Tembetarí


Ficus luschnathiana
Higuerón
Agarrapalo

Geoffroea decorticans
Chañar


Inga uruguensis
Ingá
Ingá-pitá

Jodina rhombifolia
Sombra de Toro
Peje

Lonchocarpus nitidus
Yerba de Bugre
Bugre

Luehea divaricata
Azota caballo


Manihot grahamii
Mandioca brava
Falso cafeto

Myrceugenia glaucescens
Murta


Myrcine parvula
Canelón


Myrsine laetevirens
Palo San Antonio
Canelón

Nectandra angustifolia
Laurel de río


Ocotea acutifolia
Laurel criollo


Phytolacca dioica
Ombú


Poecilanthe parviflora
Lapachillo


Pouteria gardneriana
Aguay


Pouteria salicifolia
Mata ojo


Prosopis alba
Algarrobo blanco


Prosopis flexuosa
Algarrobo dulce


Salix humboldtiana
Sauce criollo


Sapium haematospermum
Curupí


Schinus longifolius
Molle
Incienso

Scutia buxifolia
Coronillo


Sebastiania brasiliensis
blanquillo
ivirá-cambí

Sebastiania klotzschiana
blanquillo
ivirá-cambí

Solanum granuloso- leprosum
Fumo bravo


Syagrus romanzoffiana
Pindó


Terminalia australis
Palo amarillo


Tessaria integrifolia
Aliso de rio


Capacitación
Capacitación: Cursos y visitas didácticas
· Cursos a organizaciones vecinales para la creación de viveros
vecinales.
· Cursos para docentes, para crear viveros en las escuelas.
· Cursos de identificación de árboles urbanos y de plantación adecuada de árboles urbanos.
· Cursos sobre los beneficios de las especies autóctonas.
· Cursos sobre poda mínima adecuada para los empleados municipales o empresas contratadas para tal función.
· Cursos de recolección e identificación de semillas.
· Cursos Sobre propiedades medicinales y cosméticas de las plantas autóctonas del Delta
· Conferencias
· Pasantías estudiantiles y docentes.











Foto (Vivero Vecinal producción en cajones Barrio Baires)


Plantaciones comunitarias.
· Participación activa de los vecinos en el manejo del arbolado urbano.
· Programa vecinal: cuide 15 arbolitos de un año y devuélvalos cuando estén listos para plantar.
· Promover los vínculos entre las organizaciones vecinales, estudiantiles, grupos de scouts, etc. para realizar plantaciones en conjunto.
· Plantaciones con los grupos de egresados de cada año.
· Programa de reconocimiento anual a la mejor propuesta ambientalista del año.
(Foto) Vivero Vecinal 100 plantines sobre celosía.
Intercambio de especies
· Vinculación con otros viveros municipales, provinciales, para intercambiar especies.




Reciclado
· Se priorizará el uso de material recuperado con criterio ambientalista.
· Material reciclado (botellas descartables) para producir macetas.
· Creación de una compostera para reciclar material orgánico y transformarlo en el sustrato para sembrar las semillas.
· Lombricultura, para producir fertilizante.


Foto (Reciclado de botellas plásticas para hacer macetas.)

ECONOMIA DE RECURSOS
· La producción de árboles y plantas por el vivero generarían un ahorro en el presupuesto que el municipio dedica todos los años a este rubro.
· La adecuada selección de especies para las veredas, produce ahorros en reparación de veredas, obstrucción de desagües, roturas de cables, producción de sombra en verano y buena luminosidad en invierno.
El entrenamiento al personal dedicado a la poda, evitaría la generación de volúmenes excesivos de basura verde, y uso racional de la mano de obra. Los errores en la poda generan enfermedades y posterior muerte de los árboles, por lo que debe hacerse por personal capacitado.

martes, 17 de febrero de 2009

Niños sembrando árboles


De los testimonios recibidos elegimos para publicar el trabajo de la Prof. María Cristina Peregalli.

"¿Cómo acercar a los Niños a la naturaleza desde la escuela? "







Prof. María Cristina Peregalli

mcrisperegalli@yahoo.com.ar


Parece increíble, pero el vínculo natural niño-entorno está quebrado.
En su lugar, la ciudad, la televisión, las relaciones entre las personas, mediatizadas a través de Internet…
Es necesario sostener, cuidar y alimentar la vitalidad del contacto directo, persona a persona, persona –naturaleza.
¿Cómo acercar a los niños a la naturaleza desde la escuela?

Relataré brevemente experiencias concretas realizadas en 1ª y 2º grados durante los períodos 2007-2008, en una escuela dependiente del Gobierno de la ciudad de Buenos aires.
El edificio de la escuela es moderno y cómodo pero, no posee ningún espacio verde, ni canteros con tierra.
Sólo se ven plantas en maceteros y…¡los árboles de la vereda!
Primero coloqué en el aula varias plantas con flores, alegrías del hogar.
La presencia variable de las flores, atrajo la atención de los niños: cuando no había flores, cuando se caían, pero sobre todo cuando brotaban pimpollos, el proceso de apertura de la flor adquirió para los chicos la dimensión de lo que es: ¡una maravilla!
Después organicé la primera salida: recorrer la vereda de la escuela con los padres.
Entre todos los elementos a tener en cuenta en esa salida, hubo un momento especial para los árboles. Aunque parezca mentira, en esta ciudad no tenemos demasiada conciencia de la existencia de los árboles, no los vemos, por lo tanto, pocas veces valoramos sus diferencias ni sus aportes en la vida cotidiana.
Los chicos descubrieron que en la vereda había paraísos, una palmera y un sauce llorón.
Este primer descubrimiento permitió continuar la observación de los árboles desde el patio de la escuela y registrar los cambios a través de las estaciones. Un hallazgo asombroso fue percibir que los árboles también tienen flores.
Las siguientes salidas de la escuela, ya en micro, permitieron encontrar nuevos árboles en la ciudad: palos borrachos, jacarandáes, plátanos, ceibos, magnolias, pinos, eucaliptos, alguna araucaria…
Cada maestra sabe cómo continuar la vinculación pedagógica de esta maravilla: qué árboles pertenecen al ámbito de Buenos Aires, cuáles no, de dónde vinieron las especies que no son originarias, quién o quiénes las trajeron, etc.
Desde el punto de vista estético, los niños percibían con claridad las diferentes formas y colores. La percepción y la sensibilidad también florecían y se abrían a nuevas dimensiones no tenidas en cuenta antes.
Espontáneamente los chicos comenzaron a traer frutos encontrados en la calle: paltas, “venenitos”, etc.
Un nuevo cauce se había abierto y continuará fluyendo durante los años siguientes, porque la atención ya había registrado los árboles en la ciudad que pasarán a un primer plano en el interés de muchos niños.

¿Cómo traer el verde a la escuela?
¿Cómo enriquecer la universal germinación del poroto y sus transformaciones?
Llevé macetas alargadas, las preparamos: primero piedritas para que el agua drenara, luego tierra fértil, luego, ¡a sembrar semillas!: perejil, lechuga, acelga, espinaca , etc.
Cada mañana los chicos se acercaban libremente en diferentes momentos del día, a ver cómo estaban las plantas, lo comunicaban a sus compañeros que se acercaban alegremente cuando había brotes y novedades de todo tipo: ¿por qué se aplastaron las arvejas?, ¿por qué hay olor a gato?, ¿por qué se cortó el tallo?, ¿por qué se secó?, ¡mirá cómo crece!,etc.,etc.
Estos momentos no eran sistemáticos sino espontáneos y tuvieron mayor riqueza porque estaban incorporados en las vivencias diarias de los chicos. La mirada sistemática, las deducciones, enunciados y conclusiones vendrían después en una puesta en común, como un momento de reflexión y toma de decisiones compartidas frente al: ¿qué hacemos?,¿cómo lo resolvemos?

Al comentar estas experiencias a mi mejor amiga, Dal - licenciada en física y docente- y a su esposo – el ingeniero agrónomo Groppa – me alentaron y aportaron ideas. Hasta que un día en un nuevo encuentro, ofrecieron un verdadero tesoro: ¡semillas de árboles!
¡Los chicos y yo podríamos integrar todo el trabajo realizado en un año y medio y el crecimiento de las semillas, los primeros tallos de cada árbol y sus hojas, serían la coronación de nuestra tarea de dos años!


Esta vez cada uno trajo su maceta o la fabricamos con la base de los envases de gaseosa, cortamos algunas hendiduras para el drenaje,- según las indicaciones del Ing. Agr. Víctor Groppa-, pusimos piedritas, tierra fértil y sembramos cada uno,¡ su propia semilla! ¿A qué árbol pertenecían? ¡Ginkgo biloba! ¡Sí! ¡Maravilloso!
Así cada niño pudo ver: cómo a algunas semillas se les desprendía una cáscara, cómo algunas semillas no brotaban, cómo de otras semillas salía un brote por un lado y pequeñas raíces por el otro, luego vieron cómo surgía un tallo, espontáneamente acercaron palitos de helado o pedacitos de sorbete para sostener los primeros tallos, ¡vieron brotar las primeras hojas!
A aquellos niños cuyas semillas no brotaban les ofrecía una nueva semilla ya germinada que mis amigos me habían entregado previendo estas dificultades.
Ustedes imaginan y deducen la enorme cantidad de conocimientos y virtudes que surgen de estas hermosas experiencias.
Porque no se trata sólo del aprendizaje de las ciencias naturales, sino que psíquica y socialmente los niños también se alinean en actitudes valiosísimas: el cuidado de su plantita es también el cuidado de las plantas de los otros, el desconcierto y el dolor por una semilla que no crece son compartidos, entre todos piensan y buscan soluciones frente a problemas nuevos.
El universo psíquico de los niños también se amplía y genera personas capaces de sembrar solidaridad, sensibilidad, gratitud, asombro, posibilidad de maravillarse, genuinos constructores de formas sociales más nobles y enriquecedoras.


Alegria de fin de año !!!!
Al finalizar el año cada alumno se llevo para cuidar el plantín de Ginkgo Biloba que cultivo durante el año. Dic 2008




Prof. María Cristina Peregalli

mcrisperegalli@yahoo.com.ar

domingo, 15 de febrero de 2009

20 años forestando el Barrio Baires


Hace veinte años, cuando el tema ecológico no estaba tan de moda, en el Barrio Baires de Don Torcuato (Pcia. de Bs. As.),se desarrolló un vivero vecinal para proveer de árboles al barrio.
Los árboles se producen de semillas y son cultivados en macetas reciclando envases plásticos. Al momento de plantar se convoca a los vecinos, colegios, grupos de scouts a plantarlos y cuidarlos.
En este espacio vamos a contar nuestra experiencia.Porque nos gustaría que esta actividad se difunda y se multiplique.
Introducción
Los habitantes del partido de Tigre tienen en general una gran conexión con la naturaleza, tanto los que han elegido este hermoso lugar para vivir, como los que han nacido y crecido aquí.
Por otro lado al recorrer las calles, vemos la falta de árboles, o la existencia de árboles inadecuados para el arbolado de veredas.
Sin embargo, las condiciones excepcionales de nuestro clima permiten la producción de árboles para cubrir esta necesidad
Esta actividad va más allá de la simple producción de árboles , sino que pretende, a través de ellos, promover un vínculo entre los vecinos, para generar un cambio en el medio ambiente que habitan,promoviendo de esta manera un cambio de conciencia ambiental en la comunidad.



Ing.Agr. Víctor Hugo Groppa

Compromiso ambiental
Se dan en forma gratuita: Conferencias, cursos, semillas y plantines.
011 4727 0219